Ya falta poco; en 22 días terminarán las campañas políticas y los mexicanos habremos de ir a las urnas a ejercer nuestro voto, libre y secreto, para elegir a quien gobernará nuestro país en los próximos seis años. ¿Será AMLO, Meade, Anaya o El Bronco? Eso lo sabremos el 1 de julio, aunque ya hay algunas voces que dicen que "este arroz ya se coció", y es que parece irremediable para muchos, y afortunado para otros tantos, el que AMLO se perfile como el virtual ganador.
Hagamos, pues, un estudio FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas) de quien va puntuando las encuestas, para conocer un poco más del hombre y del político, detrás del candidato.
Las fortalezas de AMLO
Uno, es el candidato más conocido, al llevar 18 años haciendo "campaña", queriendo ser presidente de México; dos, su partido (Morena) es actualmente la marca política más joven, pero con el más grande crecimiento y aceptación entre un gran sector de la población; tres, su propuesta está capitalizando el voto de castigo, y es que todos los que están hartos y decepcionados de los partidos políticos o del gobierno en turno, extrañamente no buscan al independiente, sino a alguien como AMLO, que se ha desmarcado totalmente del sistema, aunque él fuera parte del mismo durante años.
Otra más y que es muy importante, la promesa de reconciliación del país; de verdad se quiere creer que eso es posible en caso de que el tabasqueño gane.
Las áreas de oportunidad de AMLO
AMLO cuenta en el sector empresarial con un área de oportunidad impresionante que no ha sabido capitalizar, al tener un discurso de confrontación durante años. Al amenazar a los hombres de negocios sistemáticamente, se enfrenta a quienes pagan impuestos y generan empleos en nuestro país, a falta de un gobierno eficiente que haga lo propio con políticas públicas adecuadas. No confundir, una cosa es poner en su lugar a ese poder fáctico que le ha hecho mucho daño al país, como son los empresarios que sólo hacen negocio con los gobernantes en turno, y otra cosa es poner en la misma canasta a los miles de pequeños y medianos empresarios que ven con pavor el cómo AMLO sigue en primer lugar en las encuestas.
Otra área de oportunidad es resaltar que en realidad es el único candidato de izquierda, no hay más, porque ya tuvo su oportunidad el PRI durante décadas enteras, pero hoy en día está en sus peores momentos de aceptación; ya tuvo su oportunidad el PAN con doce años de gobierno, que parecían un parteaguas en la historia de México y que nos quedaron a deber.
"Soy necio, soy terco", ha repetido el abanderado de Morena en sus mítines y, por preocupante que se escuche, esos dos defectos los puede convertir en área de oportunidad si los encauza correctamente en sacar a México adelante.
Las debilidades de AMLO
Una muy preocupante son algunos de sus colaboradores y/o candidatos que ha nombrado para caminar en este proceso electoral, y no significa que los demás partidos tengan los más honestos y capaces, más bien una buena cantidad de cualquier color son unos rapaces, pero uno esperaría de un candidato que tiene esa obsesión de gobernar el país, y que además va muy por arriba en las encuestas y con una oportunidad de oro de ser el próximo presidente de México, que fuera más selecto en sus decisiones, que no cayera en lo que ya sucedió en el PRI.
Otras debilidades más: el tabasqueño polariza, lo tachan de populista, es el amo y señor de Morena y nada se mueve sin que él decida, es el candidato incómodo para Trump y para el capitalismo en general (tema que, si se maneja bien, podría ir en el renglón de las oportunidades).
Aquí también cabría la percepción de mucha gente acerca del tabasqueño respecto a que es necio, terco y autoritario; las dos primeras, él mismo las ha confirmado, la tercera es percepción.
Las amenazas de AMLO
Su soberbia. Nadie le puede creer que ya cambió y que al llegar al poder todo será "amor y paz". He escuchado a algunos de sus a colaboradores cercanos decir, "fulanito será secretario de eso, menganito de aquello", los cuales ya se están "repartiendo el gabinete" sin que aún tengan la plena certeza de los resultados. Cuidado, esa soberbia de AMLO ya permeó en algunos de sus colaboradores y candidatos de Morena; eso les podría salir caro.
¿Al diablo con las instituciones? Sabemos que tanto el PRI como el PAN nos quedaron a deber, como ya lo dije, al gobernar México, pero no podemos ser extremos y sesgados en el análisis y decir que hicieron todo mal; hubo cosas positivas que nos dejaron, y muchas de las instituciones han funcionado para beneficio de los mexicanos, algunas mejor que otras. Así que pensar que al llegar AMLO será mandar al diablo todo lo hecho anteriormente, para ejecutar los programas de gobierno a su antojo, es algo muy preocupante.
Otra amenaza: colaboradores que rayan en el hiperoptimismo, y quizá en la locura, al declarar cosas que dejan mal parado al tabasqueño, tal como pasó con Paco Ignacio Taibo II: "Exprópialos Andrés Manuel". No me ayudes, compadre, podría exigir el candidato a algunos de sus simpatizantes más recalcitrantes.
¿Otra amenaza? Obviamente, sus adversarios políticos, los candidatos de las demás coaliciones… No hay enemigo pequeño, no lo hay.
