Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Tlalpujahua es un pueblo de Michoacán que fue reconvertido para el turismo, anteriormente su infraestructura se originó a partir de la explotación mineral, sin embargo, actualmente su sorprendente paisajismo combinado con su historia minera, económica y social son un atractivo para la gente que suele visitar este pueblo.
Ubicado a dos horas de Morelia, se encuentra "el pueblo de la eterna navidad"; a nivel mundial este pueblo de Michoacán es uno de los principales productores de esferas.
Enclavado en las montañas, en este pueblo se respira aire puro y fresco; sus calles empedradas enmarcan los comercios que venden esferas, artículos navideños, se distingue su arte plumario y la alfarería.
Cuando vayas a este pueblo mágico de Michoacán no puedes dejar de visitar alguno de los talleres de esfera o vidrio soplado donde te explicarán la técnica para elaborar dicho vidrio soplado o el arte plumario.
La magia de Tlalpujahua, sin duda radica en la maravillosa arquitectura de un pueblo con orígenes mineros, colorida por su asombrosa artesanía y rodeada del fresco de las montañas.
Este pueblo, es un lugar para recorrer y descubrir sus tiendas artesanas, apreciar las casonas y tal vez disfrutar de una comida típica con una vista a las montañas que rodean el pueblo.
Dónde se ubica: Al noroeste de Michoacán, limita al norte con Contepec, al este y sur con el Estado de México y, al oeste con Senguio y Maravatío.
La madrugada del 27 de mayo de 1937 sucedió una tragedia cuando el asentamiento todavía era de mineros.
Al trágico accidente que se suscitó en esta fecha se le conoce como la "tragedia de las Lamas"; a las 5:20 horas una inundación destruyó la mina "Dos Estrellas" y los principales barrios del pueblo, se dice que un estruendo fuerte hizo vibrar a todo el asentamiento luego de que más de 6 millones de toneladas comenzaran a correr y se llevaran las instalaciones de la empresa minera, luego se encaminaran al cause del río arrastrando todo a su paso para culminar en la parte baja del pueblo.
Este suceso natural acabó con la economía de un asentamiento dejando de lado la minería y para sobrevivir la gente comenzó a ocuparse en otros oficios como las artesanías, actualmente la economía de su gente depende de la producción de las conocidas esferas tradicionales.
Anualmente se elaboran más de 20 millones de esferas, lo que lo hace estar dentro de los cinco principales productores del mundo, en la localidad hay más de 250 talleres familiares que se dedican al trabajo del vidrio soplado.
Por: Redacción/E