Por: Alberto Saavedra/@TWsaavedra
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Los pueblos de México se llenan de fiesta cuando se unen los talentos de los jinetes con los toros más bravos. El jaripeo, tan antiguo como parece, siempre ha estado ligado a la valentía y el espectáculo, lo único que le ha hecho el tiempo a esta actividad es mejorarlo.
Este deporte-espectáculo es una escapada ideal para las familias de la ciudad. Aunque a muchas personas les suene como una actividad lejana a sus pasatiempos, los jaripeos generan tanta adrenalina y emoción como un concierto o un partido de semifinales.
Entre el solecito y el surtido de botanas, el ruedo se llena de griterío y ambiente. Las tardes de domingo pueden ponerse aún mejores para los visitantes. Además, los jaripeos se realizan en plazas de las ciudades, pero también en tenencias y pueblos de Michoacán que ofrecen gastronomía, artesanía y escenarios increíbles para disfrutar en familia.
Para los que piensen que son ambientes violentos o salvajes, basta con un pequeño paseo por las plazas para notar un entorno tan familiar como el que convocaba el cine de antaño. Este tipo de espectáculos, además de divertidos, dan trabajo a cientos de personas por evento.
Platicamos con una empresaria y promotora michoacana. Además de adicta a este mundo de lazos y caballos, se muestra como una persona que transmite, de plaza en plaza, un sentimiento que une a miles de mexicanos y que no puede pasar desapercibido.
Aunque la organización es laboriosa y va desde hacer tratos con ganaderos y renta de transporte hasta pagos de permisos, baños, músicos y personal de seguridad, la satisfacción de llevar por primera vez el jaripeo a estados como Morelos y Puebla es lo que la mantiene metida de lleno en esta labor. El gusto que tiene al contarlo refleja el cariño por el jaripeo más profundo.
La empresa se llama Jaripeos Perrones, el nombre le hace todo un justo homenaje a la labor que hacen mes con mes para reunir a lo más interesante y destacado del jaripeo nacional. Entre tardes soleadas y noches de baile, la gente pasa un día distinto mientras mantiene viva una tradición que remite a Michoacán siempre que se hable de calidad y experiencia.
La base de seguidores de esta empresa en su página de Facebook rebasa las 30 mil personas y demuestra que el jaripeo es más que un simple show; es también una sociedad de conocedores y aficionados de generación en generación que no dejarán morir este arte que mezcla las habilidades ecuestres con la emoción del ruedo.
